ONG’s, ¿nos interesa a todos?

Aparentemente existe una creencia general de que el trabajo de las ONG’s no le interesa a todos.

En Europa, especialmente en España, continuamente se quejan de la negatividad en las noticias, lo cual me ha hecho pensar firmemente en hablar de forma directa y basada en mi experiencia, sobre cuáles son las noticias y los progresos de las ONG’s que como Raleigh, llevan a cabo en esta parte del mundo.

Tras varios años en Reino Unido, ahora me encuentro en Nicaragua, cuya situación política es todavía escéptica en términos de estabilidad. En muchas cosas, entiendo que no es tan diferente a España, sobretodo en la sensación de democracia que no es todavía real, pues las desigualdades son todavía latentes.

A mis ojos la gran diferencia con España es el empoderamiento de sus jóvenes y la conciencia de que el cambio es posible. Esa seguridad es envidiable, pues es uno de los primeros puntos para conseguir el progreso.

En ese aspecto las ONG’s, hacen un inmenso trabajo de planificación y empoderamiento social, y aunque el tiempo parece ir más lento, los pasos son sólidos y bien establecidos. La humildad no dista de la seguridad y bien claro se tiene que el cambio está en sus manos.

Como española de origen, podría decir que envidio esas cualidades que en otras sociedades he visto estancadas en un bucle de inseguridad y por consiguiente, aparente responsabilidad externa.

En Raleigh llevamos a cabo el programa Emprende que se basa en colaborar con los emprendedores para  desarrollar una idea de negocio real, humilde y basada en números; evaluando las experiencias reales en términos de las dificultades que se encuentran en el camino. El análisis de las fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas es punto básico para la concienciación y entendimiento de lo que es llevar a cabo y gestionar un negocio.

La mera conciencia sobre la necesidad de dejar atrás el asistencialismo me sorprende, pues todos aquellos involucrados en la causa social resultan andar hacia el mismo el objetivo: La cooperación conjunta.

Admiro la disposición a reconocer los problemas sociales en que se encuentran y a poner medidas de cambio. Admiro la fuerza de aquellos que lideran el progreso y ofrecen su experiencia para mentorizar a los demás que fielmente creen y observan el camino que previamente otros recorrieron.

Si algo he de enviar desde Nicaragua es afecto, honestidad y fuerza, pues cada una de las personas individuales que estoy conociendo aquí, forman parte de una sociedad que desea fervorosamente avanzar.